Mary Baine

Mary Baine es la directora de programas fiscales del Foro Africano de Administración Tributaria. Este Foro es una organización africana intergubernamental que dirige la reforma de las administraciones tributarias, promoviendo la asistencia mutua entre ellas para la movilización de una mayor cantidad de recursos internos mediante la mejora de la eficiencia y la eficacia de sus operaciones. En el marco de sus funciones, supervisa múltiples compromisos de asistencia técnica, entre otros, el IVA como impuesto estrella, y múltiples programas nacionales, que incluyen actuaciones en materia de precios de transferencia e intercambio de información en el marco del Programa de Asistencia Técnica del Foro Africano de Administración Tributaria.

Antes de asumir este compromiso, fue Secretaria de Estado del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación de Ruanda y Comisionada General de la Administración Tributaria de Ruanda, donde durante 17 años pasó por diferentes departamentos tributarios.

 

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Reflexiones

IFSF : ¿Cómo pueden continuar a aunar sus esfuerzos el ATAF y la iniciativa IFSF, sobre todo en lo concerniente a la cooperación Sur-Sur?

M.B. : El ATAF y la iniciativa IFSF pueden aunar sus esfuerzos en múltiples ámbitos para prestar asistencia a las administraciones tributarias concernidas. Dicha alianza puede centrarse, fundamentalmente, en la prestación de asistencia técnica en forma de soporte para la realización de auditorías a los países africanos en materia de precios de transferencia, fiscalidad internacional e inspecciones generales, particularmente en sectores más complejos como son el extractivo, las telecomunicaciones y los servicios financieros. Por otra parte, el ATAF ha registrado una mayor demanda de asistencia técnica por lo que respecta a determinadas cuestiones relacionadas con la tributación a efectos de IVA y el régimen aduanero, de ahí que, llegado el caso y atendiendo a necesidades concretas, el ATAF y la iniciativa IFSF puedan llegar a abordar este tipo de cuestiones.

Con miras al buen desarrollo de los programas IFSF, el ATAF y la iniciativa IFSF deben procurar optimizar todos los conocimientos técnicos disponibles sobre el continente africano por diversas razones, entre las que se incluyen la probabilidad de que los expertos en la materia hayan realizado auditorías análogas y de que el entorno operativo pueda asemejarse, en la mayoría de los casos, al de sus respectivos países de origen. El ATAF, como una cuestión de política y para alcanzar la sostenibilidad, sigue identificando e impulsando el desarrollo de expertos en la materia. No obstante, en los casos en que se exijan conocimientos técnicos y capacitación adicional o sectorial específica, se deberá adoptar una estrategia de colaboración que permita la participación de expertos procedentes de otras regiones con miras a garantizar el buen desarrollo de los distintos programas.

Desde el punto de vista del ATAF, un modelo de asistencia técnica Sur-Sur es más sostenible que cualquier otro que dependa en gran medida de la experiencia y capacidad de los mercados desarrollados. En consecuencia, el ATAF seguirá apoyando este enfoque mediante la inversión en la mejora de las capacidades de los expertos africanos que, a su vez, proporcionarán la asistencia técnica necesaria en el marco de la alianza ATAF/IFSF.

 

IFSF : ¿Cree que el endurecimiento de la política fiscal se traducirá en una menor tolerancia a la elusión fiscal y la evasión de impuestos, o serán otras las prioridades de los países en desarrollo?

M.B. : Debido al déficit presupuestario que registran muchos países en desarrollo, el margen fiscal es sumamente limitado. Dadas las circunstancias, muchos de estos países están haciendo enormes esfuerzos por mejorar la movilización de los recursos internos, de ahí que el nivel de tolerancia a la elusión fiscal y la evasión de impuestos haya disminuido y, de hecho, seguirá disminuyendo en varios países en desarrollo, tal y como acredita el hecho de que diversos países en desarrollo hayan adoptado o estén adoptando una serie de medidas tributarias con el fin de abordar dichos problemas. A modo de ejemplo, algunos países en desarrollo ya han aplicado el paquete de medidas antielusivas relacionadas con aspectos tales como la revisión y mejora de las directrices sobre precios de transferencia, la documentación sobre precios de transferencia, la limitación de las ventajas y beneficios obtenidos en virtud de convenio fiscal, las medidas para la identificación del beneficiario final o los estándares y redes para el intercambio de información más rigurosos, entre otros. Sin embargo, la aplicación no ha sido uniforme en todos los países. Si bien es cierto que unos países han aplicado más medidas antielusivas que otros, en algunos casos poco se ha hecho al respecto, de ahí la necesidad de introducir mejoras importantes en la legislación de los países en desarrollo en un intento de enfrentarse de manera contundente a la elusión fiscal.

No obstante, se prevé que la prioridad de muchos países en desarrollo siga siendo mejorar la movilización de los recursos internos gracias a una política fiscal y a medidas administrativas eficaces y eficientes. Existe la posibilidad de que tales medidas se centren no sólo en los mecanismos de elusión fiscal o evasión de impuestos, sino también en los métodos agresivos de fijación de precios de transferencia que pueden articularse para erosionar las bases imponibles de estos países. Dichas medidas parecen tener justamente prioridad incluso en países con abundantes recursos de los que antes dependían para garantizar la financiación de los servicios públicos, entre ellos el bienestar social. En los últimos años, los países con abundantes recursos han experimentado un importante descenso de los ingresos fiscales debido a múltiples factores como, por ejemplo, la caída de los precios de ciertos productos básicos a nivel mundial y la utilización abusiva de determinados regímenes fiscales por parte de las empresas multinacionales. Por este motivo, estos países se centran ahora en aumentar la recaudación de ingresos fiscales procedentes de esos mismos sectores y de otros sectores económicos clave para dar respuesta a las crecientes necesidades presupuestarias.

 

IFSF : ¿Como nuevo miembro del Consejo de Gobierno IFSF, ¿dónde cree que residirá el éxito de la iniciativa en los próximos años?

M.B. : En mi condición de miembro del Consejo de Gobierno IFSF, considero que uno de los indicadores más importantes del éxito de la iniciativa IFSF radicará en el aumento de la recaudación de ingresos procedentes de las empresas multinacionales (EMN) que desarrollan actividades en países en desarrollo, para lo que habremos de regirnos por los resultados concretos de las auditorías obtenidos a raíz de las actividades desarrolladas bajo los auspicios de la iniciativa IFSF, produciéndose como resultado un aumento del nivel de cumplimiento voluntario por parte de dichas EMN. Como señalan numerosos informes, las EMN que desarrollan actividades en países en desarrollo articulan métodos agresivos de fijación de precios de transferencia y mecanismos de elusión fiscal que conducen a la explotación abusiva de estas economías. Dicha explotación abusiva afecta especialmente a los sectores que generan un alto nivel de ingresos en estos países (es decir, el sector extractivo, el agrícola, el sector de la construcción y el de proyectos de infraestructura), así como también a otros sectores especializados tales como el sector financiero, el del comercio electrónico y el de las telecomunicaciones. En consecuencia, la iniciativa IFSF debe ayudar a los auditores e inspectores tributarios de los países en desarrollo a abordar estas cuestiones complejas y asegurarse de que las EMN paguen los impuestos correspondientes en estos países. Por otra parte, los programas IFSF deben ayudar asimismo a reducir el tiempo necesario para la realización de auditorías y/o inspecciones, al tiempo que deben contribuir a que los auditores locales adquieran tanto las competencias genéricas como los conocimientos técnicos necesarios para enfrentarse por sí mismos a problemas similares en un futuro.

En definitiva, se espera que la iniciativa IFSF ayude a los países en desarrollo a incrementar la proporción de ingresos fiscales con respecto al PIB -actualmente muy baja en comparación con la existente en los mercados desarrollados-, lo que debería ayudar a su vez a estos países a depender menos de las ayudas, a rebajar la deuda pública y a propiciar oportunidades de crecimiento económico y desarrollo.

Por consiguiente, el Consejo de Gobierno IFSF deberá aumentar el número de programas en los países en desarrollo y supervisar estrechamente su implementación a fin de garantizar que se cumplan las expectativas mencionadas anteriormente.